Toxina botulínica (Botox®): una toxina que ayuda contra la sudoración

Botox®: una neurotoxina contra la sudoración

El principio activo toxina botulínica —la mayoría de las personas están familiarizadas con el medicamento Botox®— es una neurotoxina que bloquea la transmisión del impulso nervioso de las células nerviosas a los músculos y paraliza a estos últimos. Esta toxina es una de las neurotoxinas más tóxicas conocidas.

El uso de Botox® está indicado particularmente cuando la sudoración excesiva se limita a un área del cuerpo (hiperhidrosis focal). De ahí que el Botox® se utilice como tratamiento de la hiperhidrosis para tratar la sudoración excesiva de pies, manos, la sudoración en las axilas y la sudoración excesiva en la cara o en la cabeza.

Toxina botulínica: una toxina paralizante que paraliza la transmisión del impulso nervioso

Cuando la toxina botulínica se inyecta en las áreas de piel afectadas, se bloquea la transmisión de la señal del neurotransmisor acetilcolina. Las glándulas sudoríparas ya no pueden recibir las excesivas señales del sistema nervioso central y la sudoración excesiva se detiene. A diferencia de otros procedimientos terapéuticos, el tratamiento con Botox® no conlleva un alivio permanente de la hiperhidrosis. El tratamiento debe repetirse aproximadamente cada 6 meses, debido a que la obstrucción de las glándulas sudoríparas es temporal.

Botox® contra el sudor: un tratamiento doloroso

El tratamiento consiste en inyectar Botox® en el área de piel afectada en una forma muy diluida. Primero se marcan los puntos de inyección y se desinfecta la piel. Para el tratamiento de una axila se requiere un promedio de 25 punciones. Dado que el tratamiento de las zonas sensibles de la piel (manos, pies, axilas o cara) puede ser muy doloroso, también se utilizan anestésicos locales para aliviar el dolor.

El tratamiento con Botox® se puede realizar de forma ambulatoria.

Efectos secundarios del tratamiento de la hiperhidrosis con Botox®

Después del tratamiento, se puede presentar dolor, hinchazón, enrojecimiento, sensación de tensión y hormigueo y hematomas. También puede causar lesiones de nervios o vasos y alteraciones de la motricidad de precisión (por ejemplo, debilitamiento de los músculos de la mano o pérdida del sentido de la sensibilidad táctil). Algunos pacientes pueden presentar malestar general y dolor de cabeza o de espalda después del tratamiento y sudoración compensatoria en otras partes del cuerpo.

El tratamiento con Botox® generalmente no está exento de riesgos. Existe riesgo de infección en los puntos de inyección, también existe la posibilidad de intolerancia a la neurotoxina y puede haber interacciones con otros fármacos (antibióticos, anestésicos, relajantes musculares).

¿Cuándo no debe utilizarse el Botox®?

El Botox® no debe utilizarse cuando se dan ciertas condiciones preexistentes (trastornos musculares y neuropatías graves), durante el embarazo y el período de lactancia, o cuando hay una mayor tendencia al sangrado.

¿Cuánto cuesta un tratamiento contra la sudoración con Botox®?

Los costes de un tratamiento con Botox® normalmente oscilan entre 500 y 1000 euros. Cabe señalar que el tratamiento debe realizarse aproximadamente dos veces al año, lo que hace que este procedimiento terapéutico sea muy costoso a largo plazo.

¿Cubren los seguros médicos los tratamientos con Botox®?

No existe ninguna seguridad de que los seguros médicos públicos se hagan cargo de los costes del tratamiento. En casos concretos es posible que se cubran los costes del tratamiento con Botox®, pero únicamente en casos especialmente graves y solo después de haber agotado todas las demás opciones terapéuticas o cuando estas no sean aplicables. Es recomendable consultar previamente a su seguro médico antes de comenzar el tratamiento.

Beneficios y riesgos del tratamiento con Botox® en comparación con el tratamiento iontoforético HIDREX

El tratamiento con Botox® no está exento de riesgos y es doloroso. Existe el riesgo de efectos secundarios y el tratamiento debe repetirse cada 6 meses. Los costes del tratamiento son muy elevados en comparación con el tratamiento iontoforético. El tratamiento iontoforético HIDREX se puede aplicar eficazmente en las mismas áreas que el tratamiento con Botox®, pero sin efectos secundarios a largo plazo.

 

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